Me apasiona compartir la práctica de yoga porque  creo que tiene un  potencial de sanación a nivel individual y social ilimitado.  Desde el 2015 camino la senda del yoga  y disfruto de  ser un  instrumento a través del cual el yoga se transmite y transforma la vida de quien a la práctica se aplica. Integro en mis clases las técnicas tradicionales, las enseñanzas de mis maestros, los aprendizajes que la literatura y la  filosofía me han traído   y los conocimientos de fisiología y anatomía que aprendí en la escuela de medicina.

 

Considero que el yoga es  una tecnología que nos conecta con el universo y  apacigua en cierta medida el  sufrimiento físico y mental que conlleva la existencia. 

Me gustan los estilos dinámicos como el ashtanga vinyasa yoga y el vinyasa Flow.  He experimentado que a través del grácil movimiento se equilibra la energía y materia que nos compone,  y encontramos paz al    sumergirnos en una meditación activa donde conectamos nuestro ser con la vida misma. Es con esta convicción e intención que  practico y enseño. 

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